El Centro Botín es un espacio para el arte, la cultura y las actividades desarrolladas por la Fundación Botín, que se inauguró en junio de 2017. El museo desea convertirse en el nuevo centro cultural del norte de España y, como ha declarado Íñigo Sáenz de Miera, director general de la Fundación Botín, «será un motor para generar riqueza económica, social y cultural en Cantabria».
Está situado en los Jardines de Pereda, en el paseo marítimo de Santander. En su totalidad, el proyecto recupera un área que estuvo destinada a ser un aparcamiento durante algunos años y desea restablecer la relación entre el mar Cantábrico y la ciudad. La primera fase de las obras se concentró en la nueva viabilidad y la reorganización general de los jardines dedicados al escritor español José María de Pereda y de la costa. El proyecto, diseñado por los estudios Renzo Piano Building Workshop y Fernando Caruncho & Asociados, amplía a 48 000 m2 la superficie del parque (gracias a un trazado subterráneo para el tráfico) y permite proteger los espacios característicos del parque como, por ejemplo, la fuente de los Meones y los monumentos dedicados a Pereda y a Víctor de la Serna. Las luminarias sobre poste UFO con ópticas Opti Comfort proporcionan una iluminación uniforme y homogénea con una alta reproducción cromática que facilita el tránsito por los senderos del parque. Estas ópticas aseguran una iluminación semicilíndrica perfecta que ayuda a reconocer a las personas para aumentar la sensación de bienestar y seguridad. La luz de las luminarias UFO se combina con la luz de acento de los proyectores iPro, que están instalados sobre sistemas de poste MultiPro en los puntos más importantes del parque.
El edificio del nuevo Centro Botín se asoma directamente al mar Cantábrico. Ocupa una superficie total de más de 6800 m2 (2400 de los cuales están dedicados al área de exposición) y está distribuido en dos volúmenes redondeados que se apoyan sobre pilotes. Una serie de ligeras pasarelas de acero y cristal comunican los dos bloques y dan vida a la nueva plaza que se extiende sobre el agua. En el ala este, se encuentran el auditorio -con capacidad para 300 personas e iluminado por empotrables Reflex- y el área didáctica; en el ala oeste, los dos niveles de las galerías de exposición están iluminadas desde arriba a través de la cobertura multiestrado de cristal, aluminio y tela blanca. Por la noche, la iluminación artificial interna filtra desde el exterior a través de las partes acristaladas, transformando el edificio en una linterna que narra y muestra la complejidad de sus estructuras. En los espacios de exposición, la iluminación artificial confía en la flexibilidad y la precisión de los proyectores Palco, instalados sobre raíles empotrados en el techo. El resultado es un ambiente limpio, lineal y blanco con paredes verticales iluminadas de manera uniforme. Los proyectores Le Perroquet de suspensión marcan con su presencia el área del vestíbulo, el espacio dedicado al restaurante y la tienda de libros. Su emisión es directa para la iluminación general del espacio e indirecta para crear efectos circulares sobre el techo, que está revestido con las mismas placas de cerámica ligeramente bombeadas con acabado nacarado que recubren el edificio. Durante el día, este revestimiento de escamas iridiscentes captura los reflejos del mar y aumenta la luminosidad de la atmósfera, con frecuencia gris y nublada de Santander; por la noche, los proyectores iPro instalados sobre postes Multipro aseguran el mismo efecto iluminando de manera vertical las altas paredes de los discos diseñados por Renzo Piano. Las luminarias Ledplus con refractor para la distribución elíptica del flujo lumínico, instaladas en el suelo y orientadas hacia arriba para asegurar la máxima homogeneidad posible, iluminan la parte inferior de los edificios como si estuvieran flotando sobre un halo luminoso.
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