En diciembre de 2020, se inauguró el nuevo sistema de iluminación de led dentro del Duomo de Parma.
Aunque la Fábrica de la catedral de Parma disponía de un proyecto desde hace mucho tiempo, no existían los fondos suficientes para realizarlo. La familia Barilla, tras ser contactada por el presidente de la Fábrica, aceptó inmediatamente la financiación de la intervención.
La Fábrica es el organismo que desde la Edad Media se encarga de la administración y el mantenimiento de la catedral. Tras protagonizar y encargar la construcción de la plaza del Duomo con la catedral y el baptisterio, siglo tras siglo siguió ocupándose de la obra de conservación y mantenimiento de estos monumentos.
Dedicada a la Asunción, la catedral de Parma es uno de los edificios más representativos del Románico. Se empezó a construir en 1059 y se consagró en 1106. La fachada presenta un techo a dos aguas, tres órdenes de logias y tres portales.
En su interior, la catedral está caracterizada por una estructura de tres naves y un transepto con capillas laterales terminadas en ábsides. En el transepto se encuentra el Descendimiento de la cruz de Benedetto Antelami, uno de los escultores y arquitectos más importantes del periodo comprendido entre los siglos XII y XIII, y uno de los pocos artistas románicos conocido en nuestros días.
Las luminarias de iGuzzini ayudan a crear una iluminación difusa y homogénea que permite percibir la grandeza de la estructura y de los cuadros y, al mismo tiempo, apreciar incluso hasta el mínimo detalle de las obras escultóricas.
Los proyectores Front Light, con acabado blanco, instalados en la balaustrada de la galería de las mujeres y orientados hacia abajo, aseguran una iluminación difusa de la nave central a lo largo de la cual se desarrolla el imponente fresco del ciclo de Lattanzio Gambara, en el que se representa la vida de Cristo.
En toda la iglesia se utilizaron proyectores Front Light con cuerpo grande, medio o pequeño, equipados con la gama completa de ópticas a disposición: de wide flood, a óptica spot. En la cúpula destaca el fresco de Correggio, una de las obras maestras del arte italiano del siglo XVI. La ascensión de la virgen –rodeada por los apóstoles, los efebos y los ángeles– está representada con un vórtice ascendente, en un escorzo de cielo que anula completamente el espacio real y representa el modelo fundamental que servirá de inspiración para las grandes decoraciones barrocas del siguiente siglo. Para iluminar de manera homogénea y por completo la cúpula se utilizaron los haces entrecruzados de los proyectores Front Light con óptica de 32°.
Para proteger la capilla Valeri, de planta hexagonal y completamente decorada con frescos, los proyectores Palco se instalaron sobre la cancela de hierro. Esta iluminación frontal está integrada en algunos puntos con líneas de luz Underscore y proyectores Woody. En la cripta, para subrayar el entramado de columnas (que se supone fueron recuperadas de la antigua ciudad romana) y bóvedas de crucería, se instalaron en los capiteles proyectores Palco LV con óptica wide flood y reducidas dimensiones (ø 37). A nivel global, la intervención reduce drásticamente el consumo energético y el impacto visual de los antiguos proyectores con lámparas tradicionales.
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