El monasterio de Amarbayasgalant

Amarbayasant es uno de los tres centros monásticos budistas más importantes de Mongolia. El monasterio fue construido por orden del emperador manchú Enkh Amgalam Khan, para conservar los restos del primer Bogd, encarnación del Buda, Zanabazar. 
Se construyó entre 1726 y 1737 utilizando las mejores soluciones de arquitectura tradicional con madera. Es un lugar sagrado símbolo de la riqueza histórica y cultural de Mongolia.
Durante la represión entre 1937 y 1938, muchos monjes del monasterio fueron ejecutados y los inestimables y valiosos objetos, incluidos libros, templos y cuadros recogidos durante más de 200 años se destruyeron sin posibilidad de restauración.
Del antiguo complejo, con una extensión tan amplia que llegó a albergar hasta 6000 monjes, solo se conservan 28 de los 40 templos, entre ellos, la puerta de Yanpai, el templo de Mahranz, el templo de Tsogchin, el templo de Lavrin, los templos de las tumbas del tercer y el cuarto Bogd, 108 volúmenes de Ganjuur (Preceptos) y 226 volúmenes de Danjuur (Comentarios) escritos en el mongol original.

El templo principal o templo Tsogchin es una obra maestra de arquitectura caracterizada por un sistema de recogida del agua de lluvia que se canaliza desde el techo hasta el suelo a través de tubos.
El objetivo de esta intervención era mejorar la iluminación actual de los edificios y los objetos preciosos del monasterio –que constituyen una parte importante de la historia y la cultura de Mongolia– y, de este modo, ayudar a protegerlos.
El proyecto, elaborado por Azzura Architects y realizado gracias a la contribución de NCD Group e iGuzzini, permitió realizar un sistema de iluminación capaz de superar el desafío que suponía el templo, respetando la arquitectura original y ampliando sus funciones para actividades académicas y visitas turísticas.
Los colaboradores se pusieron al servicio del valor del monasterio para preservar sin reinventar este espacio.
A la hora de afrontar el proyecto luminotécnico del templo, se definieron las prioridades y, sin lugar a dudas, las principales eran la conservación y la protección de los antiguos y valiosos objetos. 

Para lograrlo, se moduló la cantidad de luz en función de la sensibilidad de los distintos materiales. Para la iluminación del papel, los tapices, la madera policromada, el cuero y las plumas se utilizó un nivel de iluminación inferior a los 50 lux. Para la madera sin pintar, las superficies esmaltadas y el yeso, se estableció un límite de 150 lux. Sin embargo, en el caso del metal y la cerámica no se decidió aplicar ningún límite. 
Se prestó particular atención a la reducción de las emisiones de rayos UV y el uso de ledes de gran eficiencia ayudó a mantener bajo control la disipación del calor. 
Otros de los principios fundamentales del proyecto luminotécnico eran lograr la jerarquización y la puesta en evidencia de las 3 grandes esculturas, la creación a través de la luz de un espacio para el culto individual y la demarcación del perímetro interno del templo en penumbra, con bajo contraste y sombras uniformes. También era necesario engrandecer la entrada.
Otro requisito general está relacionado con la iluminación de las esculturas y las figuras sagradas, puesto que estas obras deben transmitir una sensación de calma y serenidad. Se prohibió crear sombras que aumentaran la severidad o el dramatismo, como cuando los objetos se iluminan desde abajo. Además, era necesario dar la impresión de que la luz se originaba en la escultura como si fuera una aureola, sin provenir de fuentes externas. 

En la iluminación antigua, anterior a la intervención, la luz artificial provenía principalmente de las velas y, por lo tanto, era muy cálida, tenue y se proyectaba desde abajo. Durante el día, la luz inundaba el espacio desde arriba atravesando las grandes ventanas y creaba fuertes reflejos sobre los elementos dorados. 
Debido a que las construcciones del monasterio son de madera y no son herméticas, se utilizaron luminarias para exteriores con objeto de evitar los problemas relacionados con la intemperie y la corrosión y facilitar las operaciones de limpieza y mantenimiento.

Para iluminar la escultura central de Guru Deva Rinpoche, se utilizaron luminarias miniaturizadas. Los flujos luminosos de Laser Blade en versión de pared y Palco LV se integran para formar una emisión suave y homogénea que difumina las sombras. El nivel de iluminación es el mismo tanto en el frontal como a los lados. 
Durante el día, las esculturas laterales de la izquierda y de la derecha están iluminadas de manera lateral y la gran cantidad de luz que atraviesa las ventanas amplifica los reflejos dorados. Sin embargo, durante las horas nocturnas, se decidió utilizar la luminaria Laser Blade con emisión direccional integrada por la luminaria Palco LV framer, para crear un equilibrio entre la iluminación de las superficies horizontales y verticales con objeto de suavizar las sombras y concentrar la luz con precisión sobre la estructura. Para reproducir la temperatura de color de las velas, se utilizó un filtro de 2200 K. 

Detrás de las grandes esculturas, hay una pared acristalada con un enrejado de listones de madera que oculta los 1000 budas y algunas esculturas de gran tamaño. Con el fin de evitar reflejos y sombras muy marcadas en esta zona, se utilizaron las luminarias Underscore Ledstrip con óptica wide flood para crear una iluminación difusa que, sucesivamente, se desarrolla mediante capas para impedir que algunas partes prevalezcan sobre otras.
Para iluminar los 1000 budas, se eligió una iluminación frontal con una fuente de luz amplia, sin sombras ni reflejos brillantes. También se utilizaron filtros neutros para crear un efecto de desvanecimiento y laminillas en panal y lineales para evitar el deslumbramiento.  Sobre esta iluminación de base, se superpone la luz de acento de los proyectores y las ópticas spot que iluminan las esculturas de mayor tamaño situadas delante de los 1000 budas. 

Entre los requisitos que debía cumplir la iluminación general del templo, destaca la necesidad de reducir al mínimo el consumo de energía y de concentrar la luz allí donde era realmente necesaria. Es decir, poder controlar de manera independiente las distintas zonas y gestionar los niveles de iluminación. El nivel medio de iluminación cuando no se celebran actos religiosos es de 2 lux y en la zona de entrada es 5 lux. Durante los actos religiosos los niveles de iluminación aumentan de 60 lux a 120 lux. También era necesario reducir las sombras, tanto en las páginas durante la lectura como sobre los rostros para evitar los efectos dramáticos. 
En especial, en la zona central del templo, se solicitó eliminar por completo todo tipo de deslumbramiento y reflejo intenso. La luz se concentró en la zona de lectura y los niveles de iluminación en las zonas circundantes y las columnas se redujeron al mínimo. Para la iluminación del espacio, la iluminación indirecta –que evidencia las espléndidas decoraciones del techo mediante la aplicación de líneas de luz Underscore en el perfil que, a su vez, está apoyado sobre los elementos horizontales de madera ya presentes en el templo– se integró con la iluminación directa de las luminarias Laser Blade InOut y Palco InOut. La luz de acento se obtuvo con el uso de proyectores Palco LV (∅ 22 mm) que ponen en evidencia los tapices colgados.
La iluminación general de las zonas laterales está caracterizada por el uso de los proyectores Palco instalados en la intersección de las vigas. Son prácticamente invisibles, gracias al uso de ópticas dark light con un UGR<19.
Tradicionalmente, la iluminación del perímetro proviene de los lados y no desde arriba. 
En este caso, se decidió instalar la luminaria Underscore de alto rendimiento sobre el bastidor de la ventana. El tipo de orientación elegido produce un efecto de iluminación indirecta y asegura un UGR<19 que les hace prácticamente invisibles.

El objetivo fundamental a la hora de iluminar los exteriores era mantener el equilibrio con el entorno circundante. Para lograrlo se decidió realizar una iluminación general por proyección instalando las luminarias Agorà a una distancia mínima de separación con el muro, que rodea el templo, de 30 m y una iluminación arquitectural integrada en la construcción mediante la aplicación de líneas de luz Underscore InOut en el muro más bajo que rodea el edificio principal.
La iluminación de la fachada principal se estudió con mucha atención para transmitir una sensación de acogida en la zona de entrada. Se establecieron tres niveles distintos: en el pórtico se utilizó una iluminación suave difusa; en la decoración de la cubierta, una iluminación más intensa obtenida mediante la aplicación de luminarias Underscore inOut sobre las vigas de madera y en las tres esculturas doradas situadas sobre el techo, la luz de acento de los proyectores Agorà y Platea Pro para aumentar su visibilidad. El árbol que se encuentra sobre el podio representa el contacto y la superposición entre el monasterio y el elemento natural, motivo por el que se decidió evidenciar su presencia por la noche. 
El camino de piedra que recorre el templo está señalizado por la suave luz de las luminarias de recorrido iWay y las luminarias InOut, instaladas a lo largo de la base del templo, iluminan el sistema hídrico que recoge el agua de lluvia.