i.Lab, el nuevo Centro de Investigación y Desarrollo de Italcementi, se encuentra situado en el extremo oriental del Parque Científico y Tecnológico de Bergamo -denominado Kilometro Rosso- y se desarrolla como continuación ideal del “muro” rojo que delimita la autopista Milán-Venecia. i.Lab responde a las exigencias más estrictas en materia de ahorro energético y calidad innovadora del proyecto, como prueba el certificado “Platinum” LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), el estándar más alto de certificación energética y ambiental a nivel mundial que se concede en el sector de la construcción. La zona de acceso principal, situada en la esquina nordeste, está subrayada por una marquesina en voladizo –con un desnivel de aproximadamente 20 metros– y por un volumen plástico de hormigón, que contribuye a marcar el desarrollo típicamente horizontal de todo el edificio.
Esta marquesina crea una amplia plaza externa cubierta, de doble altura, que se prolonga hacia el atrio acristalado de entrada que, a su vez, divide las dos alas del edificio. En el vestíbulo y los espacios comunes se han empleado Lightshed de fluorescencia y de hidruros metálicos, y luminarias iGuzzini para la luz general.
Meier ha imaginado una estructura articulada de dos plantas destinadas a alojar laboratorios y oficinas, las cuales se verán incrementadas con dos sótanos de 11.000 m2, 7500 de los cuales serán destinados exclusivamente a laboratorios de investigación. La zona destinada al laboratorio está iluminada por luminarias especiales (iN70) que forman cortes de luz en el techo y poseen una luminancia controlada mediante óptica dark light.
La iluminación de esta zona fue puesta a punto en colaboración con el creador de las paredes de separación. Era indispensable conciliar la necesidad de iluminar de manera adecuada las mesas de trabajo con la exigencia de dejar libre el techo en el que están alojados los aspiradores, indispensables en entornos donde se trabaja con gran cantidad de elementos químicos. Los laboratorios se encuentran en la primera ala, paralela a la autopista, que también aloja las oficinas y la gran biblioteca donde se conservan más de 10.000 volúmenes, punto de referencia para diseñadores y técnicos que se ocupan de temas relacionados con el cemento y el hormigón. La iluminación externa de esta ala se ha realizado con empotrables Linealuce fluorescentes para crear una luz rasante, integrada con proyectores Platea.
En la segunda ala, perpendicular a la primera, se encuentran la cafetería y la sala de conferencias de la planta baja, mientras que en el nivel superior están ubicadas las oficinas de representación. La sala de conferencias tiene capacidad para 240 personas sentadas; con doble altura, cristaleras con vistas al patio interno y galería de paso a la planta superior, está voluntariamente atravesada por una segunda sala, más pequeña, situada en primer plano y destinada a las reuniones y los encuentros de trabajo.
Esta segunda sala de reuniones está iluminada por Light Air, mientras que la sala principal de conferencias está iluminada por Hub, sistemas encastrados en el techo intercalados con empotrables de LED. El vestíbulo se ha iluminado con Deep Fame de LED. Las oficinas están iluminadas por Light Shed encastrados en el cemento armado y por iRoll especiales “en suspensión”, es decir, con brazo.
Todas las luminarias utilizadas son compatibles con el protocolo DALI y están gestionadas por un sistema de control no fabricado por iGuzzini. El requisito fundamental relativo al proyecto luminotécnico, puesto a punto por Piero Castiglioni y Guido Bianchi, presuponía la mimetización total de las luminarias en el contexto.
Todas las luminarias tenían que ser absorbidas por la estructura arquitectónica, no se podían utilizar luminarias “evidentes”. Era prioritario poner en evidencia la estructura y el material utilizado.