El proyecto iniciado en 2018 logró transformar el anónimo aparcamiento de una zona degradada, como lo era la plaza De Gasperi, en un símbolo concreto de remodelación y en modelo para futuras intervenciones.
El proceso nace de una iniciativa desarrollada por los ciudadanos quienes, ante el degrado urbanístico y la falta de seguridad del área de la plaza De Gasperi, la calle Trieste y la avenida del Popolo, pidieron la intervención del ayuntamiento solicitando un proyecto participativo.
Los comerciantes, que con el paso del tiempo cada vez eran menos, y los habitantes de la zona fundaron la asociación Padova Design District con el intento de implicar a todos en el proceso. La asociación promovió varios eventos locales: presentaciones de libros, exposiciones, concursos de esculturas de madera, un curso de danza, aperitivos y fiestas. Los eventos estaban abiertos a todos y se convirtieron en ocasiones para dar a conocer la iniciativa y lograr implicar y hacer participar a un mayor número de personas en las mesas de trabajo que se celebraron durante un año y medio cada quince días aproximadamente.
El núcleo fundamental del proyecto fue la intervención llevada a cabo en un aparcamiento situado detrás de un edificio en ruinas. La administración municipal estaba interesada en hacer entender que el aparcamiento podía convertirse en un espacio para mercados temporales, un teatro al aire libre, una zona de juegos y un espacio de exposición. Ahora, allí donde había un aparcamiento se extiende una colorida plaza en la que, gracias a la redistribución de los espacios, se pudieron crear zonas al aire libre para bares y restaurantes, recorridos peatonales y carriles bici, y plantar 33 árboles donde no había ninguno.
En el centro del aparcamiento se construyó una cancha de baloncesto que está llena a todas horas. Para hacer frente a estos nuevos usos también se creó un sistema de iluminación de led basado en luminarias UFO sobre poste, reguladas actualmente al 40% y al 70%, que garantizan un nivel de iluminación en el suelo de 15 Lux como impuesto por la norma aplicable. Las luminarias incorporan un sistema de control (LMS) que permite modificar el ajuste en función de las exigencias futuras, relacionadas con los eventos que se celebrarán en la plaza.
La intervención, que genera un ahorro energético de hasta un 80%, respeta las normas sobre ahorro energético y contaminación lumínica regional (Observatorio sobre la contaminación lumínica del Arpav). Asimismo, permitió mejorar la circulación y la seguridad vial a favor de una mayor accesibilidad de los residentes y los usuarios, así como las condiciones medioambientales generales.
Ahora la plaza está siempre llena, han abierto nuevos comercios, una tienda de antigüedades, un taller artístico y la sede de una editorial. El proyecto consiguió el premio de la revista internacional “Paysage” entre más de 150 proyectos provenientes de todo el mundo.
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